Burning, las cosas que no están ahí
Análisis - Burning (Lee Chang Dong, 2018)
Por Camilo Agramont
Lee Chang Dong se inspira en el cuento
“Quemas invernaderos” de Haruki Murakami para su más reciente
película. Burning explota la narrativa de Murakami para describir e
ilustrar este juego de pistas y secuencias que el japonés crea para
una historia que en poca extensión deja un sabor muy intenso en la
boca.
Chang Dond extrae la idea a su natal
Corea y no desaprovecha sumergir a los personajes en una dinámica
coreana manifiesta, lleva a los personajes a un espacio de referencia
a la realidad de ese país. Ahí encuentro el primer desacuerdo con
la película, pues ese paisaje de condiciones y dinámicas sociales
no terminan de funcionar porque se quedan en la mención, poner las
cargas del contexto de los personajes en una distinción entre ricos
y pobres no es algo muy elaborado y ni siquiera se enfoca en alcanzar
en profundidad cuestiones de las distancias socioeconómicas en
coreas, esta mirada de privilegiados y humildes a manera de villanos
y víctimas es muy débil para la narrativa y los vistazos a
situaciones que salen de la realidad como ese cameo de Donald Trump,
también terminan siendo elementos utilizados sin mayor trascendencia
en la película.
Ese anterior es un asunto que no puedo
justificar y la verdad desentona mucho porque considero que la puesta
en escena de Lee Chang Dong logra materializar muy bien la historia
de Murakami, el casting y las interpretaciones son buenas sobre todo
por el tono que se escoge para la película, pues esta es una
persecución, una seguidilla de pistas para lo que no existe y es lo
que más me encanta de esta historia. Se trata de enfrentarse a la
desaparición por completo, al vacío de las cosas que se evaporan
como si nunca hubieran existido, la fragilidad de la materia y de la
vida; quemar invernaderos, borrarlos, dejarlos extintos.
Lo que escoge el director para adaptar
el cuento acierta totalmente en la película, con una excepción. El
personaje principal está muy bien construido y el arco de su
evolución se desarrolla muy bien. Se ha interpretado muy bien todas
esos cuadros con el concepto de Murakami para el cuento, la
pantomima, el invernadero y se proponen nuevos también, como la luz
de la torre y el gato. La incertidumbre por la existencia de las
cosas en una técnica artística como el cine, donde lo plástico es
tan importante, lograr esa incertidumbre, es realmente destacable.
Aprecio mucho esta película, pero hay
detalles que no puedo dejar a un lado como el ya mencionado uso
utilitario de contextos en tomas que no aportan mucho, pero también
el final, esa explosión de la tensión que parece sacada de otra
cosa, de otra película, de otro cine. Quizá prefiera mucho más el
final de Murakami, pero este otro podría funcionar también, solo
que el tono en el que se decidió realizarlo parece no pertenecer a
esta película, es abrupto, inesperado, corta con algo que sucedía
sólidamente. Es una ironía, es una película que muestra con
maestría “las cosas que no están ahí”, mostrar visualmente
algo que no está es el gran mérito. Pero, es una pena que justo a
este tipo de película le sobren cosas para ver. De todos modos, gran
peli.
Comentarios
Publicar un comentario