Saramago, Meirelles y lo que no vemos en "Ceguera"


Análisis - Blindness (Fernando Meirelles, 2008) / Ensayo sobre la ceguera (José Saramago, 1995)

Por Camilo Agramont


La traducción de un contenido de un lenguaje a otro, de la literatura al cine en este caso, es siempre un trabajo de precisión y síntesis donde hay que tomar decisiones importantes con mucha frecuencia. Pienso que siempre existe una presión extra en los guiones adaptados, más aún si se adapta una obra ganadora del Nobel de Literatura, porque se trata de reinventar una historia sin una plena libertad creativa pues hay que estar ligado a la historia que se adapta en cierta medida, se trata de genialidad y de variedad de recursos lo que se hace al contar un historia que se creó para otro formato, es algo que no todos pueden hacer.

Para comenzar, la literatura de Saramago no es la más sencilla para adaptar a la gran pantalla. En "Ensayo sobre la ceguera" el autor portugués emplea un lenguaje muy introspectivo y de sensaciones íntimas en su libro. A pesar de que se escriba en tercera persona, las emociones de los personajes se detallan con todos los condimentos y complicaciones de la emoción humana. Es la exploración de lo que provoca la deshumanización en seres emocionales en esta situación tan particular. Y es que es verdad lo que dice Saramago, "qué frágil es la vida si la abandonan."

La película de Fernando Meirelles es funcional, pero deja muchos cabos sueltos. La primera vez que la vi no la entendí, está entre mostrar el conflicto en el que participan todos los personajes, pero a la vez está la intención de expresar la sufrida experiencia personal de la ceguera que tiene cada personaje. En muchos casos hay mucha atención en algunas cosas que están en el libro (cómo las secuencias del perro de las lágrimas) y otros se dejan de lado o se las plasma en la pantalla muy a la ligera, casi caticaturizándolas. El conflicto del primer ciego con su pareja, la agonía del ladrón del auto y sobre todo la muerte de ese personaje y la de los ciegos que fueron acribillados en busca de comida.

Creo que es el mayor error de la película, me resultó muy molesto. La situación de personas que son asesinadas porque ya no pueden aguantar el hambre no se puede reemplazar por esa secuencia-excusa del ciego perdido en la multitud que eligieron para realizar.

Ojo, creo que la elección de Meirelles para dirigir la película es adecuada pues él ha demostrado su capacidad para condensar mucha información de un gran número de personajes y escenarios en una película, lo demuestra en su aclamada "Ciudad de Dios". Si alguien podía realizar este filme, era él. Lo que siento que falla en esta adaptación es el formato, para el largometraje que dura un par de horas se necesitan hacer muchos recortes en la historia, y todos esos recortes terminan siendo sacrificios costosos.

Soñaría con una producción de serie televisiva para esta historia. Donde se pueda explorar propiamente estos momentos, divido la historia en tres momentos: el comienzo de la epidemia y el derrumbamiento de la vida social, luego la cruda vida en cuarentena con la pérdida de la humanidad y finalmente la vuelta a los hogares como una odisea de desesperanza y angustia constante. Considero que es una historia que vale la pena ser contada una y varias veces, prueba de aquello es la vigencia que tiene el libro de Saramago veinte años después. Esa vigencia supera la de la película de Meirelles, es suficiente para decir.

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