The Lobster, una tragedia victoriana
Análisis –
The Lobster (Yorgos Lanthimos, 2015)
Por: José Luis Durán Paredes
El amor es un
sentimiento (¿o hecho?) de dos. Dos personas, dos cuerpos, dos mentalidades
"unidas" por los intereses en común, por la doble naranja, o la papa
partida. Así lo creía el pintor creado por Ernesto Sábato, Juan Pablo Castel, y
así lo creemos todos. El amor también es sobrevivencia al desprecio
egocentrista del hoy, y comodidad de compañía a las nostalgias de la noche. Dos
se enfrentan al resto, siempre dos, dos, dos. Y así, como dos es el número
conservador del amor, también dos son nuestros pies, para movilizarnos, y nuestras
manos, con las que podemos realizar nuestras actividades diarias. Una mano
encadenada a la parte trasera del cuerpo, nos dificultaría muchas cosas. Pues
una mano no puede hacer demasiado sin su pareja. O al menos ese es uno de los
tantos castigos simbólicos para los solteros en The Lobster.
La primera cinta
con elenco internacional y en idioma inglés del griego Yorgos Lanthimos, no
pierde ni la abstracción del cineasta ni la inmadurez de sus personajes.
Publicada el 2015, The Lobster es una película poco regular, que nos expone una
sociedad distópica que castiga la soltería y solo acepta que las personas vivan
en un estado de relación "amorosa". El protagonista, interpretado por
el irlandés Colin Farrell, después de 12 años de vida en pareja, ahora debe
enfrentarse a las consecuencias de la soledad alojándose en un hotel en el que
los solteros y solteras tienen 45 días para conseguir a su media naranja. Caso contrario
pierden el privilegio de ser seres humanos y son convertidos en animales.
Es la primera vez
que Lanthimos explora, como artífice principal de su película, el amor; y el
resto de sucesos o sentimientos póstumos a este, como el desamor, la soledad y
el juego de intereses.
A partir del
concepto de biopolítica, del frances Michel Foucault, el gobierno de la civilización
de The Lobster dispone de un sistema de control para racionalizar el problema
de las relaciones y la soltería. Excluye de la sociedad a aquellos que no
tienen a alguien a su lado, en una relación amorosa. De esta forma, la película
nos sitúa en una sociedad con un sistema represivo similar al de la Europa del
siglo XIX, en el que, como lo explica la crítica literaria Lily Litvak, en su
libro Erotismo a fin de siglo: “La
moral burguesa europea, ayudada por la Iglesia y el Estado, emprende, entonces,
una campaña contra las relaciones preconyugales y extraconyugales, la prostitución,
las perversiones, la pornografía, las madres solteras y los hijos ilegítimos”.
Continuando con Foucault, la relación amorosa también es un tema de generación de saberes y sentidos. El individuo es reflejado como un ser susceptible a perecer en el mundo. Mediante seminarios, que contienen teatros y charlas, en el hotel de la película, se intenta meter en la mentalidad de los solteros, lo propensos que son a la violencia o accidentes del azar, si es que no consiguen pareja. En The Lobster, el amor es de dos, y dos sí o sí terminan siendo mejor que uno.
Si bien la sociedad
de la cinta de Lanthimos no reprime lo extraconyugal, y las situaciones
similares, si es reacia a la soltería y es autoritaria en su manera de ejercer
el poder. Los solteros, ya arrestados en el campo de concentración con fachada
de hotel, comienzan su búsqueda de pareja, algunos más fatalistas que otros. Su
objetivo lo plantean por lo común, los gustos o formas de pensar similar; y si
no encuentran una relación de su mentalidad con la mentalidad de la posible
pareja, la crean de manera forzada, con tal de no ser un animal.
El protagonista
nunca tiene la oportunidad de cambiar su rol de víctima. Y no solo culmina enfrentándose
al carcelario hotel, sino que también establece contacto con una rebelión, que
no es más que el análogo del poder; tan radical como aquello a lo que se opone.
En los rebeldes, que ahora realizan una guerrilla en los bosques, se castiga el
romance. La soledad se impone a través de actividades individuales, como escuchar
música electrónica, desde la perspectiva paródica de Lanthimos.
Apelar al amor es apelar al temor a la soledad, al manejo de intereses, y al propio poder. Lanthimos lo refleja así, a partir de escenas inmersas en un silencio, que emana el rumor de la soledad, nos saca carcajadas de humor negro, momentos tensos y tragedias metafóricas, siempre invocando la subjetividad con su ya regular abstracción.
Ficha técnica
Título: Langosta
Título original: The Lobster
Dirección: Yorgos Lanthimos
País: Grecia
Año: 2015
Fecha de estreno: 04/12/2015
Duración: 118 min
Género: Drama, romance, comedia, distopía
Reparto: Collin
Farell, Rachel Weisz, Jessica Barden, Olivia Colman, Ashley Gensen, Ariane
Labed.
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